Los días 21 y 22 de marzo Acentos tuvo la primera de sus tres reuniones de convivencia programadas para este año. Esta vez, el destino elegido para su realización fue la casa “La Cerca”, en Los Molinos. Un lugar con mucho verde alrededor y con las montañas nevadas de Navacerrada como fondo.
A primeras horas de la mañana partimos desde la estación de autobuses de La Moncloa, llevando nuestros alimentos y demás cosas que íbamos a necesitar, según un listado que hicimos previamente.
Una vez instalados allí, el grupo, que estuvo conformado por Miriam Vinchira, especialista en Gestalt, César Vera, que ofició de animador y monitor, Noelia Aldavaca, Yanira Caballero, Rodrigo Díaz, Juana Neira, Antonia Garay y Alberto Kok, desarrolló su programa de convivencia.
Fueron dos días muy intensos, plenos de actividades lúdicas, de relajación y de meditación. Allí practicamos ejercicios de respiración mientras reconocíamos mentalmente cada parte de nuestro cuerpo. Bailamos en círculo haciendo figuras para ir entrando en calor. Y así, actividad tras actividad.
Disfrutando y aprendiendo técnicas muy útiles para nuestro desarrollo personal.
También hubo momentos para saborear unas buenas comidas, preparadas por nosotros, sentados alrededor de una mesa de piedra, debajo de un árbol frondoso, mientras respirábamos el aire seco de la sierra.
Las tareas grupales se combinaron con las individuales. Momentos en que nos tocó la difícil tarea de encontrarnos a solas con nosotros mismos. Algo que no solemos hacer casi nunca, debido a nuestro acelerado ritmo de vida. En realidad fue un regalo que nos hicimos.
Incluso nos alcanzó tiempo para contar anécdotas, tumbados alrededor de una vela, o para cantar bajo el acompañamiento de una guitarra. La I convivencia fue una buena oportunidad para conocernos, para compartir unos buenos momentos de risas y para apreciar los beneficios que aporta el trabajo en grupo.
Al final nos quedó la sensación de satisfacción por haber compartido durante dos días en medio de un espíritu de armonía. Por haber recargado energías para el día a día y porque nos quedó esa sensación de pertenencia y compañerismo que nos ha dado la fuerza para afrontar los siguientes eventos en los que esta empeñado Acentos.
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